Muchas mamás enfrentan un desafío común: lograr que sus bebés duerman siestas de manera tranquila y efectiva. La situación suele ser frustrante, especialmente cuando los pequeños están irritables, fastidiosos y lloran, lo que complica aún más el proceso de dormirlos. ¿Por qué sucede esto y cómo se puede mejorar? Acá te explicamos las razones y compartimos consejos prácticos para detectar a tiempo las señales.
La importancia de las primeras señales de sueño
Cuando un bebé muestra las primeras señales de que necesita dormir, es fundamental actuar rápidamente. Estas señales pueden incluir frotarse los ojos, perder interés en lo que estaba haciendo o tirarse de las orejas. Este es el momento clave para empezar a disminuir la intensidad de las actividades y preparar un ambiente propicio para el descanso.
¿Qué hacer cuando notás estas primeras señales?
- Finalizá suavemente la actividad que estaba realizando.
- Llevalo a un espacio tranquilo y sin estímulos.
- Relajalo y acompañalo para que se duerma, preferiblemente en un lugar oscuro.
Por qué no debés esperar a que llore
Uno de los errores más comunes es esperar hasta que el bebé comience a llorar de sueño. El llanto es una señal tardía que indica que tu bebé está sobrecansado y que el momento óptimo para dormirlo ya pasó. En ese estado, el proceso para lograr que duerma puede ser mucho más complicado y agotador, tanto para el bebé como para vos.
Tip clave: estar atenta a las primeras señales de sueño es como subirse a una ola justo cuando está comenzando, en lugar de intentar surfear una ola cuando ya es demasiado alta y difícil de controlar.
Las ventanas de sueño
Además de observar las señales físicas de sueño, prestar atención a las ventanas de sueño de tu bebé (es decir, los períodos de tiempo en los que puede estar despierto antes de necesitar dormir nuevamente) puede marcar la diferencia entre una siesta exitosa y una fallida. Estas ventanas varían según la edad y las necesidades particulares de cada bebé, pero reconocerlas y actuar en consecuencia ayuda a mantener un ritmo de sueño saludable y evitar el sobrecansancio. Te compartimos otro artículo sobre ventanas de sueño.
No esperes a que tu bebé llore o se muestre muy fastidioso para intentar que duerma. Aprender a leer y responder a las primeras señales de sueño y respetar sus ventanas de sueño puede simplificar significativamente el proceso de las siestas, haciendo que tanto tu bebé como vos disfruten de un descanso más reparador y placentero.
Si querés aprender más sobre señales y ventanas de sueño, te esperamos en el curso “Sentando bases saludables de sueño” para madres y padres de bebés de 0 a 4 meses. Te esperamos ahí.