Terrores nocturnos vs. pesadillas, diferencias

8 May, 2024

En las noches de nuestros hijos, es común encontrarse con situaciones como las pesadillas y los terrores nocturnos, pero identificar y entender la diferencia entre ambos puede ser clave para ofrecer el apoyo que necesita en ese momento. Así que, vamos a ayudarte a diferenciarlos y darte algunos consejos que podés empezar a aplicar la próxima vez que suceda:

Terrores nocturnos

¿Cuándo ocurren? En las primeras horas de la noche, durante las etapas de sueño más profundas.

¿Cómo son? Durante un terror nocturno, tu hijo puede llorar, gritar, tener el pulso acelerado y estar sudando. Aunque sus ojos estén abiertos, no va a responder si le hablas y puede adoptar posiciones inusuales como estar de pie o sentado.

¿Qué hacer? Es importante no intentar despertarlo. El terror nocturno suele detenerse por sí solo y tu hijo no lo recordará al despertarse. Asegurate de protegerlo de cualquier peligro físico durante este episodio.

¿Cómo prevenirlos? Mantener una rutina de sueño consistente, evitar el sobrecansancio y consultar con un pediatra si te preocupa la frecuencia o intensidad de los terrores nocturnos.

Pesadillas

¿Cuándo ocurren? En la segunda parte de la noche. Después de una pesadilla, tu hijo estará despierto y puede estar asustado o angustiado.

¿Cómo son? Tu hijo se despertará gritando, pero estará consciente cuando le hables. Es probable que recuerde la experiencia y pueda contarla si tiene la edad suficiente para expresarlo.

¿Qué hacer? Brindale confort y seguridad. Escuchá sus preocupaciones y ofrecé consuelo para ayudarlo a calmarse.

¿Cómo prevenir? Revisá si hay situaciones estresantes que puedan estar experimentando, como programas de televisión inapropiados o cambios importantes en su entorno. Mantené rutinas relajantes antes de dormir para fomentar un sueño tranquilo.

Otros despertares nocturnos

No olvides que los bebés también pueden despertarse llorando debido a la transición entre fases de sueño. Puede ser desorientador para ellos despertarse en un lugar diferente al que recuerdan cuando se quedaron dormidos.

Reconocer las diferencias entre terrores nocturnos y pesadillas te va a servir para brindar el apoyo adecuado durante las noches inquietas. Mantener rutinas de sueño consistentes, ofrecer confort emocional y estar atentos a posibles desencadenantes de estrés pueden contribuir a mejorar la calidad del sueño y la tranquilidad nocturna tanto para los niños como para los padres. Siempre que tengas consultas sobre el sueño de tu bebé, ¡ya sabés dónde encontrarnos!

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